Honorable Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Nº de Expediente: 1513-D-2012
Trámite Parlamentario: 0017 (26/03/2012)
Sumario: «DIA DEL PADRE»: SE INSTITUYE COMO TAL EL 24 DE AGOSTO DE CADA AÑO.
Firmantes: JURI, MARIANA.
Giro a Comisiones: FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA; LEGISLACION GENERAL.
El Senado y Cámara de Diputados,…
Artículo 1º.- Institúyase el Día del Padre en todo el territorio nacional el día 24 de agosto de cada año.
Artículo 2º.- El General Don José de San Martín será el destinatario de los homenajes de ese día, por todas las cualidades, virtudes y valores que lo distinguieron en su vida, así como en su condición de padre ejemplar.
Artículo 3º.- Comuníquese y archívese.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente proyecto reconoce como antecedentes iniciativas de los Diputados Nacionales mandato cumplido Víctor Fayad y José Luis Gioja entre otros, como así también el expediente número 3067- D-2010 de mi propia autoría que, atento a los plazos vigentes dispuestos por el reglamento de esta H. Cámara, perdió estado parlamentario, todo ellos tendientes a instituir el día 24 de agosto como celebración del Día Padre en homenaje al general José de San Martín, Padre de la Patria.
El 24 de agosto de 1816, cuando el General San Martín, entonces gobernador intendente de Cuyo apuraba las gestiones para organizar la campaña libertadora de Chile, nació en Mendoza su hija única, Mercedes Tomasa.
Lo propio del padre es engendrar la vida, servir a la vida. San Martín poseyó la paternidad propia de los grandes, porque fue padre de nuestra patria y de otras naciones hermanas de América. Como padre supo educar a su hija y bregó por la educación de los pueblos a quienes dio libertad.
San Martín como padre cabal, fue el formador de la conciencia moral de su hija. Las máximas que dictó para guiar su educación, nos muestran un padre preocupado en trazar las normas de conducta que hicieran de Mercedes una mujer virtuosa, es decir, una personalidad auténtica. Sabía que la virtud no se adquiere por repetición de palabras, sino por repetición de actos. Por ello conocía la necesidad de trazar líneas claras de ideales orientadores para conseguir actos nobles y correctos.
Las máximas son actuales, constituyen un elemento necesario en todo plan de educación. Son una fuente de sugerencias, orientaciones, concejos, normas de conducta y de convivencia permanentes. Son guía para padres y maestros.
Su testamento confirma su triunfo como padre: «Aunque es verdad que todos mis anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de ésta y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura mis esmeros haciendo mi vejez feliz.»
Por eso le recomiendo que continúe con el mismo cuidado la educación de sus hijas, «si es que quiere tener la misma suerte» que él ha tenido.
Como padre, San Martín supo educara a su hija con el ejemplo de una vida austera, de renunciamientos y de entrega a los grandes ideales.
Nos preocupa recuperar la patria, es decir, recuperar el legado de los padres. Para esto debemos mirar el ejemplo de nuestros padres. Por eso, porque San Martín representa para los argentinos ese ideal, solicitamos que este Honorable Congreso instituya el día 24 de agosto como el Día del Padre.
Sin desmerecer la costumbre establecida en nuestro país de festejar el Día de Padre el tercer domingo de junio, la cual deviene de la recordación impuesta por la Asociación de Dirigentes de Ventas de Buenos Aires en homenaje a John Brece Dodd, un norteamericano padre de nueve hijos que se convirtió en ejemplo de aquel pueblo, creemos que es deber del Estado ayudar a reestablecer las costumbres y la historia propias de nuestro país, honrando a próceres y fechas patrias propias de nuestra historia.
Con el respeto que nos merece esta motivación, creemos que existen en nuestra historia hombres que representan nuestros propios paradigmas, sin contar para ello el número de hijos, sino la calidad del padre, para que las nuevas generaciones también crezcan bajo el imperio de las ideas morales y de nacionalidad.
Ante esto es que debemos cuidar y mantener, más que nunca, la Cultura de nuestra Nación, a través del recuerdo constante de la rica historia Argentina, los símbolos patrióticos y a los próceres nos sirven de ejemplo en el presente, y que nos deben inspirar para la formación de hombres y mujeres forjados en los valores esenciales del sacrificio y la entrega por su pueblo.
Si hemos de festejar el Día del Padre, que sea el del Padre de la Patria.
Por estas razones, y en vísperas del cumplimiento del bicentenario de nuestra nación propongo este proyecto y, solicito a mis pares, me acompañen en su aprobación.